martes, 29 de abril de 2008

Eros y Psique - Capítulo 4

Eros se había pasado toda la noche buscando a su madre, era de día y estaba exhausto así que se dirigió a su palacio para descansar y ver a su preciosa amada. Pero esta vez sería diferente, ya no se ocultaría en las sombras, como siempre había hecho, hoy le diría toda la verdad a Psique, pues ya lo que pudiera pasar carecía de importancia, el no podía vivir en un mundo en el que ella no estuviera y eso lo determinaría todo.


Ya podía divisar el jardín y a Psique allí tendida, durmiendo. Estaba tan absorto mirándola que no se había dado cuenta de que su madre y Ares estaban al lado de ella. Se le descompuso el gesto, ¡por Zeus que no le hayan hecho daño!Ojalá que sólo me estén esperando para reprenderme o matarme o lo que sea, ¡pero que no le hayan hecho nada a ella! Fue entonces cuando vio el pequeño charco de sangre que se iba extendiendo debajo de Psique.

El grito de dolor que brotó del pecho de Eros se escuchó en todos los rincones de la Tierra y desgarró el corazón de los mortales, nunca habían escuchado un sonido semejante, un dolor igual...era un sentimiento que sus perecederos corazones no podían llegar a comprender. Pero los dioses si que podían, a pesar de que ninguno había tenido la mala fortuna de sentirlo, y en cuanto escucharon a Eros acudieron rápidos a ver que ocurría.

El panorama era desolador, Eros lloraba con el cuerpo de Psique en sus brazos, no hablaba, y si lo hacía era para maldecir a su madre, que le suplicaba perdón a su hijo con la cara bañada en lágrimas. Los dioses estaban petrificados...nunca se habían enfrentado a algo tan fuerte, ellos mismos podían sentir el dolor de Eros y la repulsa hacia su madre, era algo insoportable. Entonces todos comenzaron a suplicar a Zeus que resucitara a Psique, no podían con tanto dolor...Zeus estaba indeciso, no era tan fácil resucitar a alguien a quien había matado un dios, pero ¿qué otra cosa podía hacer?

Zeus se acercó a Eros y le dijo:

-Llévala al Hades, allí te esperará mi hermano con su alma.

-Gracias Zeus, pero, ¿no ves que es mortal? Algún día volverá a morir y yo no podré resucitarla por el resto de la eternidad...

- Ya había pensado en eso, pero no te preocupes, eso es fácil de solucionar. Corre y haz lo que te he dicho, la inmortalidad de Psique puede esperar un poco más.

Las lágrimas de Eros ya sólo eran de felicidad, ella viviría y además, lo haría eternamente junto a él.

Y eso fue lo que ocurrió, Eros resucitó a Psique y más tarde Zeus le concedió la inmortalidad y ahora viven una vida plena y feliz. Así que ya veis, no todo son guerras ni amantes muertos, también queda un poco de amor y de felicidad en este maltrecho mundo. Me llamo Eudicles y esta es la historia de Eros y Psique.

martes, 11 de marzo de 2008

Una flor con historia...el Jacinto

-¡Qué bonita es esta flor abuelo! ¡Es la más preciosa de todo el jardín!
-La verdad es que tienes un gusto excelente.Has elegido no sólo la flor más hermosa sino la que verdaderamente en su interior cuenta una gran historia de amor.
-¿Enserio? Pues cuentamela abuelo ...
-De acuerdo.
Esta es la historia de Jacinto y Apolo y el fuerte amor que sintieron el uno por el otro. Jacinto era hijo de Amiclas , el rey de Esparta, y era tan bello que enamoró al dios de las artes y las letras , es decir, a Apolo.Pero este no fue el único que se dejó cautivar por sus encantos ya que Céfiro , dios del viento , y Tamiris , renombrado músico , cayeron rapidamente a sus pies. Las rivalidades entre los pretendientes era clara , tanto fue así que Apolo empezó a difundir el rumor de que Tamiris era mejor que las Musas en el arte de la música por lo que estas enojadas por la supuesta hybris cometida , hacen que Tamiris pierda la vista , el habla , y la memoria . Así el famoso dios tiene un rival menos.
Un día en el que el joven Jacinto y Apolo practicaban el lanzamiento de tiro , Céfiro celoso por el amor que ambos sentían , hace que un majestuoso tiro de Apolo se desbie y golpe a Jacinto , matandolo al instante.Apolo desolado apoyó al muchacho en sus rodillas , intentando que no saliese más sangre de su frente pero ya era tarde y lo único que pudo hacer el dios fue trasladar la sangre del muchacho a una bella flor y así pensó que se recordaría por siempre el gran amor que por Jacinto sentía , un amor tan perfecto que merecía estar presente a lo largo de la historia personificado en la flor de Jacinto.

Poemas de amor a Eurídice y Orfeo


Cuenta una historia de amor
una lucha entre el amor y la muerte
una lucha perdida , una lucha yaciente

Quizás Orfeo no supó salvar
ni saber apreciar
lo que su lira hacia sonar

Eurídice fue arrastrada
llevada hacia el inframundo
arrancando el amor
el amor más profundo

Orfeo al no poder resistir
que le arrebataran a su amada
no pudo soportar esa muerte
esa muerte tan esperada

Cogió su lira y sin avio
se arrastró hacia el bajo mundo
en busca de un destino
el de volver a traer
el de volver a sentir

Sin pensar en las consecuencias
convenció a Hades
y llevó a su amada a
los grandes altares

pero al volver la vista atrás
se deshizo en la penumbra
sus deseos e ilusión
Eurídice para siempre
sin dejar rastro
desapareció...

Las noticias rosas del Olimpo

Todo ocurrió en el grandioso y majestuoso Olimpo , en una de las muchas fiestas que allí se celebraban. Para estos grandes festejos era necesario disponer de un elevado número de camareros , cocineros, decoradores , músicos y un largo et cetera . Entre todos ellos cabe destacar a Elipa y Senide ; dos mujeres muy cotillas y apodadas como las "marujas del Olimpo" .En esta ocasión ambas participaban como camareras en la fiesta y al principio se colocan en la entrada para ir observando a los distintos invitados mientras van entrando.
Elipa:" La verdad que el motivo de la fiesta me parece terriblemente estúpido..mira tú..el 1000 aniversario de Zeus y Hera. Pero si todos saben que esa relación no es estable y que ahí hay más cuernos que.."
Senide:"Ni que lo digas. Es más me entere que la última travesura de Zeus fue con la hermosa Europa. Se transformó en un toro blanco y se la llevó a Creta."
Elipa:" ¡¡¡Qué fuerte!!! Pero lo que no hay que dudar es la imaginación que tiene Zeus para sus transformaciones...sonrie que viene por ahí..."
Senide:" Mira detrás de él viene Afrodita con Hefesto. Por cierto, cada día Afrodita esta más guapa , mira su cutis , es perfecto .Tendré que preguntarle que crema esta usando últimamente "
Elipa:"Pero lo que yo realmente no entiendo es qué hace Afrodita , tan perfecta y deslumbrante , con Hefesto , tan poco agraciado"
Seneide:"Lo importante esta en el interior mujer .Aunque la he visto con miraditas sospechosas hacia Marte y , la verdad, no me da muy buena espina"
Elipa:" Aiiiiiii..espera.. ¿ese no es Hades? aiiiii..¿estoy sonrojada? aiiii..es que es tan misterioso y atractivo a la vez"
Seneide:"¿Todavía te gusta ese dios tan rarito? Tía buscate a otro porque me da que le esta hechando el ojo a Perséfone la hija de Démeter"
Elipa:"Psssss..¡qué tendra esa que no tenga yo!"
Seneide:"Silencio que se acerca Dionisio el cual , para no variar , ya esta borracho"
Dionisio:"Paren de hablar y traigan las cosas que ya estan todos aquí..aaaah y recuerda lo primero siempre es el vino..que Zeus quiere hacer un brindis"
Elipa y Seneide se marchan sin mucha apuro , haciendo tiempo para aplazar la hora de empezar a trabajar.Aunque , por mucho que se quejen , les encanta estos eventos porque pueden criticarlos a todos y tener tema de conversación durante días....y sino que me lo digan a mí que me estuvieron contando los chismes durante casi ¡¡¡una semana!!!

Eros y Psique: Capítulo 3

Eros cumplió su promesa. Todos los días esperaba con ansia ha que llegara la noche para poder estar con ella, aunque realmente nunca la dejaba sola, siempre que podía iba al palacio para contemprarla a escondidas, pues no podía soportar un segundo lejos de ella, y lo que veía le apenaba...Psique estaba asustada y triste y él no sabía que hacer para consolarla, tendría que tener pacienca. Mientras, Psique no sabía como podía confiar en él...no sabía su nombre, ni siquiera le había visto, sólo conocía su voz, esa adorable voz que la tenía hechizada y que para ella ya era inconfundible. Él venía todas las noches y ella cada vez se sentía más segura, tenían largas conversaciones y llegaron a no tener secretos el uno para el otro, excepto, claro está, la identidad de Él. Cada noche era más difícil separarse y cada noche Psique estaba más desesperadamente enamorada, le necesitaba, y odiaba al sol por separarles cada amanecer, odiaba a todo aquello que le impedía estar cerca de él día y noche...hasta que una de esas noches estalló:
-!!Estoy harta de esta situación¡¡No puedo soportar tanto tiempo separada de ti, quiero que me dejes verte, quiero saber quien eres, !quiero salir de aquí¡
-¡Psique escúchame!No puedes irte de aquí y no puedes saber quien soy y sabes perfectamente por qué. Yo odio esta situación tanto como tú, pero te quiero demasiado como para ponerte en peligro.
-Me da igual lo que me digas, lo he decidido, me iré del palacio contigo o sin ti.
-Ella te matará si lo haces.
-No me importa, la muerte no será peor que esto...
Eros estaba desesperado, no podía dejarla marchar pero tampoco podía descubrirse...lo mejor sería enfrentarse a Afrodita, después de todo él era su hijo, ella tenía que entenderlo.
-Psique, mi amor, resolveré este problema...mañana iré a hablar con Afrodita y le contaré todo, espero que lo entienda y nos perdone, sólo dame unos días...unos cuantos días por favor.- A Eros se le quebró la voz y Psique cedió al momento, le era muy difícil sentirle así.
-Está bien, tranquilo mi amor, esperaré. Pero por favor, ten cuidado.
-No temas, todo saldrá bien. Duerme princesa.
Eros no perdió un segundo, fue directo al Olimpo, pero allí no estaba su madre, así que fue a Citera, a Chipre, al Acrocorinto incluso a Beocia, pero no la encontró en ningún sitio, así que le dijo a su padre, Hermes, que necesitaba hablar con Afrodita con urgencia para que este le diera el mensaje a ella.
Ya era de día y Hermes por fin había encontrado a Afrodita, que había pasado la noche con Ares, como tantas veces había hecho antes con él. Al escuchar el mensaje de su hijo se quedó preocupada así que corrió a su palacio para averiguar que era lo que ocurría. Al llegar, cual fue su sopresa cuando se encontró a Psique tendida en el jardín durmiendo plácidamente, Afrodita encolerizó ¡maldita niña! ahora parece más hermosa aún. No lo dudó un momento, llamó a Ares y le ordenó matarla, este pensó que era un auténtico desperdicio pero no quería enfadar a su amante, después de todo ella sólo era una mortal.

martes, 4 de marzo de 2008

Eros y Psique: Capítulo 2

Eros no sabía que hacer, estaba seguro de que si su madre se enteraba de que Psique continuaba con vida, ella misma tomaría cartas en el asunto y eso no podía permitirlo, pues bien sabía el dolor que le podría suponer perderla, había visto ese dolor en el rostro de innumerables amantes, un dolor que él mismo había provocado en muchas ocasiones. Así que decidió que la mejor opción era llevársela a su palacio donde podría esconderla de su madre.

Psique despertó y miró a su alrededor, estaba oscuro y no veía nada pero sabía perfectamente que aquello no era su habitación y empezó a asustarse
- ¿Dónde estoy? ¿Qué ha pasado?- Preguntó a la oscuridad aterorrizada. No esperaba una respuesta hasta que le sintió...sintió sus manos suaves en su rostro, su aliento en su nuca y escuchó como le hablaba la voz más dulce que jamás hubiera escuchado susurrándole al oido
- No temas, no voy a hacerte daño. Ahora estás a salvo, nadie podrá herirte nunca, te lo prometo.
- ¿Hacerme daño? ¿Quién quiere hacerme daño?- Psique estaba confundida, todo estaba sucediendo demasiado deprisa como para poder asimilarlo. La voz dulce volvió a hablar con mucha serenidad, transmitiéndole esa tranquilidad a Psique.
- Afrodita, diosa del amor, celosa por tu belleza, me ordenó acabar con tu vida pero...no he podido hacerlo.
- !¿Qué?¡ ¿Y ahora que hago? Es una diosa, me encontrará y me matará.- Psique estaba horrorizada, esto ya era demasiado para ella y comenzó a llorar.
- No llores princesa, no tienes que tener miedo, aquí estarás segura...yo te cuidaré.
- ¿Y tú quien eres?¿Por qué no me dejas verte?
- No puedo decírtelo, aún no.
- ¿Por qué no?
- Tendrás que confiar en mi. Vendré a verte todas las noches, ahora descansa princesa mañana todo será más fácil.

domingo, 2 de marzo de 2008

Los besos prohibidos de Diana y Endimión


Cuenta la historia que Diana(diosa de la noche , de la caza y la fecundidad) como tantas noches se había agachado para observar la silenciosa Tierra una vez caido ya el día . De este modo , observó a lo lejos un bellisímo pastor que dormía , tanta fue la admiración ante la perfección de Endimión que decidió acercarse para poder contemplarlo mejor. Cuando ya estaba a unos centímetros de él , sus labios poco a poco se acercaron a su boca de forma imparable , era una sensación que nunca había experimentado y que , por ello, le aterrorizaba enormemente pero , aún así no pudó parar hasta sellar con un beso sus dulces labios. Solamente fueron unos segundos porque el muchacho se despertó sobresalto consiguiendo ver fugazmente la indudable belleza de la diosa pero la rapidez del momento hizó que el pastor creyera que todo había sido un sueño.
A la noche siguiente Diana aún debatía consigo misma el volver a bajar a la Tierra para poder tocar de nuevo los suaves labios del joven.La diosa recordaba la promesa que le había hecho a su padre , Júpiter, de permanecer soltera y virgen ; pero el amor que sentía era más fuerte, así que como quíen tiene un deseo prohibido decidió bajar a escondidas una noche y otra y otra...hasta que finalmente esta rutina se convirtió en necesidad.
Su amor llegó a ser tan grande que el propio Endimión pidió al padre de su amada que le consediese el sueño eterno para poder seguir con esta loca relación para siempre.El deseo fue otorgado y así Diana llevó a su amado a la cueva sagrada del monte Latmos a donde iría todas las noches , después de haberse puesto la Luna , para verlo y poder rozar sutilmente sus labios mientras este descansaba en un sueño infinito sin llegar nunca a envejercer ni morir , consiguiendo tener un amor eterno...