domingo, 2 de marzo de 2008

Los besos prohibidos de Diana y Endimión


Cuenta la historia que Diana(diosa de la noche , de la caza y la fecundidad) como tantas noches se había agachado para observar la silenciosa Tierra una vez caido ya el día . De este modo , observó a lo lejos un bellisímo pastor que dormía , tanta fue la admiración ante la perfección de Endimión que decidió acercarse para poder contemplarlo mejor. Cuando ya estaba a unos centímetros de él , sus labios poco a poco se acercaron a su boca de forma imparable , era una sensación que nunca había experimentado y que , por ello, le aterrorizaba enormemente pero , aún así no pudó parar hasta sellar con un beso sus dulces labios. Solamente fueron unos segundos porque el muchacho se despertó sobresalto consiguiendo ver fugazmente la indudable belleza de la diosa pero la rapidez del momento hizó que el pastor creyera que todo había sido un sueño.
A la noche siguiente Diana aún debatía consigo misma el volver a bajar a la Tierra para poder tocar de nuevo los suaves labios del joven.La diosa recordaba la promesa que le había hecho a su padre , Júpiter, de permanecer soltera y virgen ; pero el amor que sentía era más fuerte, así que como quíen tiene un deseo prohibido decidió bajar a escondidas una noche y otra y otra...hasta que finalmente esta rutina se convirtió en necesidad.
Su amor llegó a ser tan grande que el propio Endimión pidió al padre de su amada que le consediese el sueño eterno para poder seguir con esta loca relación para siempre.El deseo fue otorgado y así Diana llevó a su amado a la cueva sagrada del monte Latmos a donde iría todas las noches , después de haberse puesto la Luna , para verlo y poder rozar sutilmente sus labios mientras este descansaba en un sueño infinito sin llegar nunca a envejercer ni morir , consiguiendo tener un amor eterno...

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Y Selene, la Luna? Supongo que esta historia parte de la identificación que, en algunas ocasiones se hace, entre Ártemis-Diana y Selene-Luna, porque, como sabes, Ártemis pasa por ser diosa virgen y pura, sin unión con otro díos ni con mortal alguno. Creo que esta historia, que tú has recreado, es tardía, pero conozco algunas representaciones artísticas de este episodio. En Madrid, a finales de noviembre, en el Museo Lázaro Galdiano, pude contemplar una miniatura sobre los amores de Diana y Endimión. Bueno, tu relato-recreación está muy bien escrito, con mucha sensibilidad y buen gusto y me ha gustado mucho. Un saludo.